viernes, 1 de noviembre de 2013

Ven. Acércate. Tú, Átropos, la inexorable



Goya, Átropos o Las Parcas, 1820-23, Museo del Prado, Madrid

Ven. Acércate. Tú, Átropos, la inexorable. Cercena de una vez el hilo que tantas hebras negras acumula ya. Yo mismo te ofrezco las tijeras. Cumple el destino para el que fuiste creada y, de este modo, cumpliré yo con el final de mis días.
Ráptame una noche brumosa, elévame entre nubes. Las nieblas forman ya parte de mi propia alma. Nada temeré. Cloto se ha cansado ya de tejer mis miserias. Láquesis menosprecia la duración de mi devenir. Corta el hilo. Tus tijeras no me asustan. Serán mi recompensa anhelada.
Y volveré cada noche de difuntos. Volveré para escoger vuestras presas. Seré el perro que os acompañe en la caza. Nada escapará a mi ojo agudo. De poco servirá que los miserables humanos se escondan o pretendan burlarnos. Nos reiremos de sus esfuerzos por prolongar unas míseras existencias condenadas a arrastrarse por el fango. Ni sobornos ni amenazas nos detendrán. Vanos esfuerzos. Mírame. Estoy a tu espalda.
Somos lo inevitable. Somos el Destino. Somos las Parcas.

2 comentarios: